Salida Alta Montaña – Volcán San Jose
JUAN PABLO
Una de las más esforzadas experiencias junto al tremendo equipo de alta montaña…
Las imágenes que mi mente retiene, no dejan de venir a mi recuerdo. Cada instante vivido junto a mis amigos está presente hoy y lo estará para hacerme crecer más allá de la cumbre.
El sueño de llegar a lo más alto del Volcán San José, se empezó a forjar desde hace mucho en nuestros corazones. Nos propusimos la ascensión, la planificamos y nos ilusionamos juntos en este desafío. Cuando llegó el momento, sentimos la energía del gran coloso que llenaba nuestra alma y alimentó nuestros sueños.
Subíamos unidos el 10 de enero, mirábamos a lo alto… y ahí estaba imponente e inalcanzable esa cumbre, que nos invitó a desafiar nuestros límites. Juntos trabajamos duro el sueño, juntos dimos todo el esfuerzo hasta más allá de nosotros. Miramos nuestra vida tan pequeña frente a la grandeza de la naturaleza. Nos encontrábamos en medio de la inmensidad de la existencia.
El Volcán nos permitía adentrarnos en su intimidad, nos daba y quitaba. Trabajamos duro para llegar hasta los 4800 mts. Respetuosos esperamos el momento preciso y… ahí estaba frente a nuestros ojos.
Al llegar a la cumbre, algo sobrehumano nos invadió, algo inexplicable recorrió nuestras venas y nuestro ser… Cumbreeee!!!
Un momento de éxtasis que solo los montañistas pueden sentir al ver como sus esfuerzos son premiados con la maravilla que regala alcanzar la máxima altura.
Llegamos a la cumbre, sin embargo, algo faltó, se sentía incompleta la felicidad. Necesaria la presencia del equipo completo era. Cada uno de los que tuvieron que devolverse, tiene igual o más mérito de estar allá arriba, lucharon e intentaron sobrepasar las inclemencias de la puna y el frio. Sin duda lo lograron y admiración siento por su fortaleza y aguante.
A ellos esta cumbre y logro de equipo… solo nos queda sentirnos enteramente representantes del trabajo juntos y parte de una gran amistad que, estoy seguro, crecerá más allá de las montañas.
SEBASTIAN REYES
Don Volcán San José. Un cerro que enamora, con una personalidad particular. Tremenda aventura la vivida en este coloso de la cordillera central. Seis días inmersos en maravillosos paisajes, apostando a un éxito en la expedición. Fueron días de desgastes muy fuertes físicamente para poder llegar al campamento alto de 4800 metros. El tiempo hizo que corriéramos el día de intento de cumbre, lo cual sirvió para aclimatar de buena forma en el campamento alto. Personalmente no pude llegar a cumbre, pero estuve ahí muy cerca después de tantos días de acercarse a ella, físicamente me encontraba muy bien, pero fue necesario asistir a mis compañeros que estaban algo mal por el frío y la altura a los 5650 m. agradeciendo a Dios que no paso a mayores. Quisiera felicitar a mis compañeros que lograron cumbre he hicieran que esta expedición fuera un éxito Manuel Arredondo y Juan Pablo Barahona. También agradecer al grupo que se formó logrando una buena sintonía para enfrentar los duros días de caminata.
Quisiera agradecer a mi Madre y Familia. A la Familia Martin, a Ricardo Martin por el entrenamiento que rindió frutos. Quisiera agradecer a Escarly Nastro Llanquilef con quien hicimos un buen equipo y estuvimos alli rozando la cumbre. También agradecer a Club El Montañista
JHOANA SEPULVEDA
Cordada, que no es solo compartir peso, comida, carpa, tareas…sino compartir la tan ansiada cumbre…
……te programamos con anticipación, Teníamos que pedir vacaciones…completar equipo suficiente, contar con buen clima etc…
En vísperas de la subida tuvimos noticias de que un grupo estaba «perdido» en el San José…se decía que estaban apunados…sumado a eso quien conocía la ruta no podría acompañarnos…un poco psicopateados por aquella noticia….partimos ¡!… todo estaba listo y el clima indicaba que tendríamos la oportunidad…
Un equipo de 6 compañeros ilusionados, ansiosos por conocer aquella cumbre de la que muchos nos habían hablado…nos las emplumamos ¡! era el siguiente anhelo después del Plomo…cerros emblemáticos de Santiago.
A la 1:00 am comenzamos a subir el majestuoso 5.856…hacia frio sentía mis pies congelados, pero la noche estaba estrellada y hermosa… nos daba la bienvenida…nos mostraba el camino.
Frente a la belleza de aquel glaciar, que siempre he respetado con un poco de temor cada vez que cruzo alguno… me puse los crampones…
Listo…glaciar cruzado primera meta lista…
Después esa subida interminable…. Y ya casi soñando con la cumbre… a los 5.666 , mi cordada apunada así que a bajar ¡!
Tuvimos nuestra cumbre a los 5.666 y estoy feliz ¡
[flickr_set id=»72157656637350350″ max_num_photos=»50″]
Visita el álbum de fotos en